Compañeros terapéuticos y su impacto en familias neurodivergentes, con problemas emocionales y enfermedades generales

Por Carla Sofía (Psicóloga, Máster en educación, Optometrista y criadora en Mayan)

 

Durante muchos años, la relación entre los animales y los humanos ha sido una fuente de consuelo, apoyo emocional y bienestar general. En Mayan, hemos dedicado nuestro enfoque a la crianza de gatos terapéuticos que no solo acompañan, sino que también proporcionan un apoyo real y significativo a las familias, especialmente a aquellas que enfrentan desafíos emocionales, neurodivergencia y procesos de rehabilitación o tratamiento médico. Esta labor no solo se ha convertido en nuestra pasión, sino también en una misión de vida.

 

El Rol de los Gatos Terapéuticos

La presencia de un gato en el hogar puede tener efectos transformadores en el bienestar emocional y psicológico. En Mayan, entendemos que los gatos no son solo compañeros; tienen la capacidad de actuar como «terapeutas silenciosos» que, con su calma y su afecto, brindan un apoyo invaluable en situaciones difíciles.

Desde nuestra perspectiva como criadores y entrenadores, los gatos pueden ofrecer una forma de terapia no verbal que es tan poderosa como cualquier otra. Nuestros gatos Mayan son cuidadosamente seleccionados y criados con un enfoque en su capacidad para integrarse y acompañar a las personas con diferentes necesidades. La preparación comienza desde el nacimiento, asegurando que cada gatito esté bien socializado y tenga la disposición adecuada para interactuar de manera respetuosa, afectuosa y empática con sus futuros tutores.

 

Entrenamiento y Crianza: Un Proceso Delicado

El entrenamiento de nuestros gatos Mayan comienza a una edad temprana, enfocándonos en habilidades sociales que son fundamentales para su rol como compañeros terapéuticos. Les enseñamos a desarrollar paciencia, tolerancia y la habilidad de leer las emociones humanas. Parte de nuestro proceso implica una exposición gradual a distintos estímulos, tanto auditivos como visuales, y asegurarnos de que cada gatito esté familiarizado con diferentes tipos de ambientes.

Además, prestamos mucha atención a la forma en que interactúan entre ellos y con los humanos. Es fundamental que los gatos Mayan estén listos para integrarse en hogares que puedan necesitar una presencia tranquila, estable y, sobre todo, empática. Los cuidamos de cerca para asegurarnos de que su desarrollo emocional esté alineado con las expectativas de las familias que los recibirán.

Nuestros gatos, en su mayoría de la raza Sphynx, destacan no solo por su apariencia, sino por su carácter dócil y afectuoso. Sabemos que estos felinos son sensibles a las emociones humanas, lo que los convierte en compañeros ideales para personas que atraviesan situaciones de estrés emocional o que requieren apoyo terapéutico constante.

 

Impacto en Familias con Niños Neurodivergentes

Como madre de un niño con TDAH, puedo hablar de primera mano sobre el impacto positivo que los gatos Mayan pueden tener en las familias que tienen niños neurodivergentes. Los niños que se encuentran en el espectro autista, que viven con TDAH o que experimentan otras formas de neurodivergencia, a menudo encuentran en los gatos un refugio emocional. La interacción con estos compañeros terapéuticos ofrece una serie de beneficios:

1. Calma y Regulación Emocional: Los gatos proporcionan una presencia constante y calmada. A menudo, los niños con dificultades para regular sus emociones encuentran consuelo en el ronroneo suave o simplemente en la cercanía física de su gato. Este tipo de interacción no invasiva permite que los niños se sientan más seguros y menos abrumados.

2. Fomento de la Responsabilidad: El cuidado de un gato implica rutinas y atención. Para los niños neurodivergentes, esto puede ser una herramienta educativa importante, ayudándoles a desarrollar habilidades de organización y autocontrol. Las tareas diarias, como alimentar al gato o limpiar su arenero, pueden proporcionar una estructura que muchos niños neurodivergentes encuentran útil.

3. Conexión No Verbal: A menudo, los niños en el espectro autista tienen dificultades con la comunicación verbal, pero los gatos, al ser criaturas silenciosas, ofrecen una relación que no depende de las palabras. Esto puede fomentar una conexión profunda basada en la presencia y el afecto, sin la presión de hablar o expresar verbalmente lo que sienten.

 

Beneficios para Personas en Rehabilitación y Tratamiento Médico

No solo los niños neurodivergentes se benefician de los gatos terapéuticos. Muchas personas que están en rehabilitación o que atraviesan tratamientos médicos, como el cáncer o enfermedades crónicas, encuentran en los gatos Mayan un apoyo emocional crucial.

1. Reducción del Estrés y Ansiedad: Estudios han demostrado que la interacción con animales puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y aumentar la producción de oxitocina, que está relacionada con el bienestar. Los pacientes que se someten a tratamientos difíciles, como la quimioterapia, a menudo experimentan altos niveles de ansiedad y depresión. La simple compañía de un gato puede hacer que estos momentos sean más llevaderos.

2. Aumento de la Motivación: La compañía de un gato terapéutico puede ser un factor motivador para las personas en rehabilitación, ya que les ofrece una razón para levantarse y cuidar de otro ser. Este sentido de responsabilidad puede ser clave en procesos de recuperación, ayudando a los pacientes a mantenerse activos y enfocados en algo positivo.

3. Apoyo Emocional Constante: Los tratamientos médicos prolongados o las enfermedades crónicas pueden generar sentimientos de soledad e impotencia. Un gato terapéutico está siempre presente, ofreciendo apoyo emocional sin expectativas, lo que puede aliviar la carga emocional de quienes atraviesan estas situaciones.

 

Un Camino de Bienestar Mutuo

En Mayan, creemos firmemente en el poder de los gatos como seres que ofrecen bienestar y estabilidad emocional. Su capacidad para entender el estado emocional de sus tutores y proporcionar una presencia tranquilizadora es algo que no deja de sorprendernos. Al trabajar con familias que tienen niños neurodivergentes o personas en rehabilitación, hemos sido testigos de historias conmovedoras de cómo nuestros gatos han cambiado vidas para mejor.

Cada gato Mayan que entregamos a una familia no es solo una mascota, sino un compañero en el más profundo sentido de la palabra. Estos gatos se convierten en parte integral del proceso de sanación y bienestar, aportando amor, consuelo y una conexión emocional única. Nos sentimos honrados de poder ser parte de esta hermosa misión, y agradecemos la confianza que cada familia deposita en nosotros para acompañarlos en su camino hacia una vida más plena y balanceada.

Para nosotros, en Mayan, criar gatos terapéuticos no es solo un trabajo; es una forma de aportar bienestar y alegría a las vidas de las personas. Sabemos que cada integración es el comienzo de una historia de amor, comprensión y apoyo mutuo, y estamos emocionados de continuar este viaje junto a las familias que eligen a nuestros gatos como compañeros de vida.